Thor Ragnarok: Crítica

¿Puede contener spoilers? Tranquilo, si has visto el tráiler, lo has visto todo. 


Después de las dos insulsas entregas anteriores, cuando vimos el tráiler de Ragnarok muchos dijimos: Esta es la buena. Pues me quedo con el tráiler.

¿Cómo hemos llegado a esto? Me encantan los superhéroes y me encanta Marvel. Pero esto no es una película de superhéroes. Es otra de esas películas absurdas que se dedican a parodiar a otras películas. De los creadores de Híncame el diente y Los muertos del hambre, llega: Marvel Movie. Una caricatura de film que sigue la línea Marvel. Argumento etéreo y puro entretenimiento infantil. Que podría hacer eso y no habría ningún problema, ya lo vimos en Guardianes de la Galaxia, y funcionaba. Pero en esta película cada escena es un skecht. Los actores ni siquiera están actuando en serio, son parodias de sus propios personajes. No tengo nada en contra de la comedia, amo la comedia y toda mi vida gira en torno a ella. El humor funciona muy bien con personajes irónicos como Tony Stark o inocentes, como Peter Parker. O incluso en la primera película de Thor, cuando llega a la tierra, hacer la típica comedia de 'pez fuera del agua'. Pero aquí lo que hay es un calzador enorme. Y hay que exigir unos mínimos: Que haga gracia y que no sea un insulto a nuestra inteligencia. Y para que os hagáis una idea, el nivel de comedia que tiene es este:


–Quiero ir a Asgard. 
–¿Que quieres ir a cagar?


Esto es un diálogo que podría haber sacado de un parvulario, pero no, es de Thor Ragnarok, uno de los mejores arcos argumentales del personaje, que Marvel Studios acaba, literalmente, de tirar a la basura en la gran pantalla. Es imposible tomarse en serio ni a la trama ni a los personajes. En cuanto a estos últimos, pues tenemos en el papel de Hela, la Diosa Nórdica de la muerte, a Mónica Naranjo, Pablo Alborán haciendo de Thor, Rihanna de Valkiria, Alejandro Sanz en el papel de Bruce Banner, Ramoncín en la piel de Loki y el equipo formado por el Gran Maestro y su mano derecha, Pitingo y Falete, respectivamente. Juntos todos forman el nuevo programa de la Voz. 

Ahora en serio. De la quema todavía se pueden salvar algunas cosas, como Idris Elba, Anthony Hopkins, la música de Led Zeppelin o el mismo tráiler de la película. También hay momentos muy interesantes, que parece que va a pegar un subidón la película, pero te meten otro gag sin gracia y te sacan por completo de la tensión. Es que ni siquiera se salva el ojo tuerto que le ponen a un personaje, que parece que se lo ha hecho él en su casa con algodón y sangre del chino. Y no será por falta de dinero, pero claro, no vamos a hacerlo demasiado real, no vaya a ser que los niños no se rían luego cuando un personaje a otro le tire una botella en la cabeza, en lo que viene a ser uno de los chistes más hilarantes e ingeniosos que he visto en mi vida. 

De verdad que venía con toda mi ilusión esperando que la tercera película de Thor fuera la definitiva, la realmente buena. Y mi decepción ha sido absoluta. No es una mala película, pero queda muy lejos de lo que algo como el Ragnarok requería. Marvel encontró su fórmula del éxito hace tiempo, y está cometiendo el error de acomodarse y funcionar en piloto automático, haciendo películas cada vez más iguales, la una a la otra, y además salvándose milagrosamente de los palos de la crítica. Pongo todas mis esperanzas en que Infinity War sea una película de verdad y no una parodia de sí misma.