Everything's changed. Men fall from the sky, the gods hurl
thunderbolts, innocents die. That's how it starts, sir. The fever, the rage,
the feeling of powerlessness that turns good men... cruel.
AVISO: Contiene spoilers.
Cuando escribía la crítica en caliente, tras salir del cine,
y sin tener en cuenta el resto de críticas (aquí puedes leerla), ya percibía que el largometraje tenía
“un ritmo muy extraño, es demasiado largo y hay escenas que sobran”. Tras ver
la edición extendida he conseguido comprender muchas cosas que parecían inconexas.
Las escenas de los sueños me sigue pareciendo que las tenían que haber cortado
de la versión cinematográfica en favor de las que se han añadido en la versión
extendida. Analizaré paso a paso las nuevas escenas.
No quedaba claro por qué a Superman se le culpaba de tantas
muertes en Nairobi, y ahora sabemos cómo Lex organizó todo de forma mucho más
cristalina. Nos muestran ahora una mujer que declaró contra él, que resulta ser
una actriz contratada por Lex para reforzar su versión. Más tarde, ella se
arrepiente, pero es lanzada a las vías del metro. Para esclarecer todo esto,
Lois Lane cuenta con la ayuda de la forense Jenet Klyburn, que ampliará y dará
sentido a las tramas de investigación de la periodista, y nos permite ver hasta
qué punto Lex está moviendo los hilos. También sabemos ahora que el personaje
de la silla de ruedas no se suicida en la vista del juicio, sino que Luthor le
engaña y cubre de plomo los explosivos para que Superman tampoco lo pueda
detectar. También es él quien se encarga de que los hombres que Batman marca,
sean asesinados en la cárcel, para acrecentar la imagen que tiene Superman de
Batman como persona que se toma la justicia por su mano. Por todo esto, Lex
Luthor brilla más en esta versión, incluso se permite una conversación con un
nuevo súper villano, Steppenwolf en lo que parece formar parte del futuro de la
Liga de la Justicia, mientras que él terminará en Arkham. También sobresale
Alfred, personaje cuyas frases son delicias durante toda la película, y ahora
que he podido ver con el audio original a Jeremy Irons, más todavía.
Y una de las cosas que me ha ayudado a entender este segundo
visionado ha sido la tan criticada escena de “las Marthas”. Cualquiera que
analice la película de forma superficial puede contemplarlo como un fallo
garrafal, yo mismo escribía “Y fallos de guion como la reconciliación entre
ellos dos, porque descubren que las madres se llaman igual, que roza lo absurdo”.
Pero es mucho más que eso. Batman no se hace amigo de Superman por ese dato. En
primer lugar, le hace ver a Superman de otra forma, como una persona. A ello
también ayuda el hecho de que le tenga tirado en el suelo indefenso, cuando
hace nada era llamado Dios. En el momento que Batman es capaz de ver el otro
lado de Superman, se atreve a escucharle. Decide pensar antes de seguir
luchando. Y se entera lo que planea Lex Luthor para enfrentarles a ambos. Pero
lo más importante, se entera de que una madre llamada Martha está a punto de
ser asesinada, en gran parte, por su terquedad. No pudo salvar a su Martha, lo
mínimo que puede hacer es salvar esa impotencia que sintió, evitando que muera
la otra Martha. Pero no es amigo de Superman, simplemente, es Batman haciendo
su trabajo, salvar inocentes. Cuando la relación entre ellos se hace más fuerte
es cuando ambos tienen que unirse frente a un enemigo común, Doomsday.
En definitiva, si antes decía que no era una mala película,
tras verla por segunda vez, con las escenas que faltaban y con el audio
original, puedo decir que sí, que es una película muy digna.