Ya está. Hoy, el señor de traje en penumbra que hace un año murmuró «Hay que acabar con ese partido…» con rabia mientras acariciaba su gato y le daba una calada a su puro, puede respirar tranquilo.

El señor del traje, que prestó dinero a los viejos partidos y se lo perdonó (el mismo que desahucia ancianos), hoy consigue que el gobierno (a su favor) reparta nuevas licencias de TDT poco antes de las elecciones (¡qué generosos!), para tener de su parte a los grandes grupos audiovisuales, siguiendo así con su cadena de favores. En una sociedad donde los periódicos necesitan dinero de gobierno y de los bancos para subsistir, ¿qué capacidad tienen éstos para poder ser objetivos?
Y así se
engaña a un país, señores. Y para evitar cualquier posibilidad de rebelión por
parte de la “generación más preparada”, pues subimos las tasas universitarias,
recortamos en educación y ponemos el IVA cultural más alto de Europa (no vaya a
ser que se pasen de listos). Es el plan perfecto. Pero eso sí, que no falten
los toros en horario infantil y la religión en las escuelas, que es lo que hace
falta.