Ha habido presiones desde el Vaticano para que esta información no salga a la luz. Advertimos que el siguiente contenido puede herir sensibilidades. Tómate un valium, no te levantes del asiento ni saques los brazos por la ventanilla. Disfruta de la atracción.
CAPÍTULO 10
―En la era de los antiguos Dioses,
de los señores de la guerra y de los reyes… Una tierra convulsionada clamaba
por un héroe. Ella era Jesús, una temible princesa forjada en el calor de la
batalla. Poderosa, pasional, peligrosa… Su valentía cambió el mundo. Ella era
Jesús, la Princesa Guerrera.
―Pues me pilláis aquí, cocinando
una croquetas… ―Jesús miró a cámara― ¿Seguro que esto servirá para algo Judas
Iscariostia?
―¡Que sí, hazme caso! Cuando
colguemos el reportaje en PiedraTube todo el mundo va a querer conocerte.
―Si tú lo dices… Yo no me veo como
vlogger…
―Jesús, la gente necesita un héroe,
necesita alguien que les saque las croquetas del fuego…
―¿A eso llamas croquetas? ―Chicote
salvaje apareció― A eso en mi pueblo lo llamamos la Matanza de Texas… ¿¡A quién
te quieres llevar por delante?! ―Pasó la mano por encima de Jesús― Y encima
estás lleno de mierda…
―Cómo se nota que vienes de una
familia acomodada… ―Objetó Jesús― Yo no tengo a nadie para que me limpie…
―¿Me vas a decir que eres pobre
cuando el Estado te da subvenciones y no pagas el IBI (Impuesto de Bienes
Inmuebles)? ―Le amenazó Chicote con una empanadilla en la mano― A ver, déjame
probar esas croquetas.
Chicote metió la mano dentro de la
freidora ardiendo y sacó una croqueta, pero no se quemó, porque Chicote es
Chicote, y Chicote si mete la mano en una freidora ardiendo no se quema.
―Te voy a decir lo que me parecen
tus croquetas… ¿Lo quieres en una palabra o en dos? Bueno, me la suda lo que
quieras. En una: Mierda. En dos: PUTA MIERDA ¿Lo quieres en dos hostias o tres? ―Le metió tres collejas― ¡Vergüenza
debería darte servir esto a tus clientes!
―¿Qué clientes? ¡Si esta es mi
casa! ―Protestó.
―¡Coge tus cuchillos y vete! Y tráeme un bocadillo de chistorra a la vuelta, que tengo un hambre que me comería hasta... un bocadillo de chistorra.