CAP 11
Usando los artilugios de Doraemon,
consiguieron salir de aquel lugar, abandonando al gnomo deforme a su suerte.
Volvieron a casa de Aldo usando
la puerta mágica. ¿Con Doraemon de su lado, qué les podía pasar?
Desafortunadamente, durante el camino, tuvieron que parar porque Mario Bolsón se
estaba cagando, y se cagó debajo de la puerta. Esto produjo unos cortocircuitos
en la puerta, que fue destruida. Inmediatamente, Doraemon murió por causas
desconocidas.
En la radio se enteraron de que
Alemania había destruido Cuba, y que Fidelius Castro había caído. La guerra de
España la estaba ganando Aguirre, y Filius Felipus González necesitaba ayuda
urgentemente. En Ingaterra, el panorama estaba más igualado, entre la Reina
Blanca y Patricia McCondegall. EEUU y Francia se estaban enfrentando a Alemania,
Italia y Grecia.
Otra vez con las manos vacías,
nuestros protagonistas habían vuelto al lugar donde empezó todo, la casa de
Aldo. Se dirigían a hablar con Filius Felipus González, para explicarle todo lo
que les había pasado.
La casa estaba mucho más protegida
que antes, en todas las entradas había radiocasetes con los ‘mejores’ temas de
Camela, lo que evitó que nadie se acercara. El problema de este sistema de
seguridad fue que decenas de gitanos iban cada mañana a cantar al portal.
Al entrar, una gitana obligó a
Leia a que se dejase leer la mano, y le vio una piscina en el futuro.
―¿La quieres llena o vacía? ―Le
preguntó la gitana.
―Llena, ¿no? ―Leia acababa de
caer en el truco de la piscina. La gitana le echó un gapo en la mano, y se fue
haciendo la croqueta, mientras movía los brazos en plan flamenco.
Aldo casi no había empezado a
contarle todas las aventuras que habían tenido a su padre, cuando éste le
interrumpió.
―Muy bonita historia, hijo, pero
no tengo tiempo de oírla ―Sentenció Filius Felipus ―Tengo una misión para ti. ―Le
puso a mano en el hombro ―Tienes que buscar a una persona. Una persona que se
ha malogrado con el paso de los años, y que deambula por las cavernas. Una
persona que nos puede ayudar. Una persona que ya no es persona, una persona que
ahora se hace llamar… Gollum ―Les explicó el padre de Aldo mientras les echaba
en la cara el humo de su porro. Repentinamente, comenzó a toser en la cara de
Aldo.